CASTILLO DE LOS SARMIENTO
El castillo de Fuentes de Valdepero se construyó a mediados del siglo XV, entre 1442 y 1465, como edificio noble vinculado a la familia Sarmiento, y ha sido escenario de relevantes acontecimientos históricos. En 1995, la Diputación adquirió el edificio a las familias propietarias.
En 1996 comenzó la restauración del castillo con el objetivo de convertirlo en sede del archivo histórico provincial de la Diputación de Palencia, función que comenzó a ejercer en el año 2006. La primera etapa de restauración, mediante escuelas taller, se prolongó hasta el año 2000. En esta época se construyó un edificio de nueva planta en el interior del patio de armas para albergar las instalaciones administrativas y los depósitos del Archivo Provincial. A su vez, también se consolidó el edificio histórico y se detuvo el grave deterioro que sufría desde hace años.
En 2005, la Consejería de Cultura y Turismo modificó la declaración de Bien de Interés Cultural que afectaba al Castillo para su mejor protección. Delimitó su entorno de protección que quedó integrado por 12 manzanas: las del Castillo, calles y espacios públicos delimitados y encerrados dentro del perímetro definido por el eje de las calles Eleuterio de Juana, un tramo de la calle Manuel Díez, bordeando las manzanas 27 y 28 hasta enlazar con el Camino de los Huertos, para enlazar con la carretera provincial de Valdeolmillos y cerrar siguiendo el eje de la carretera N-611.
En la Torre del Homaje se insertó una cubierta de madera resuelta a cuatro aguas sobre el espacio de la sala superior y se acondicionaron escaleras y plataformas en el interior de la torre.
Entre los años 2005 y 2007 se llevó a cabo la reparación del Torreón Sur del Patio de Armas del Castillo, procediéndose en esta actuación al saneamiento de los rellenos interiores del mismo.
En la restauración también ha participado la Junta de Castilla y León a través de la financiación de tres escuelas taller y dos talleres de empleo.
El castillo se inauguró el 14 de marzo de 2011 y desde abril del mismo año, se puede visitar como ejemplo turístico de la arquitectura medieval relacionada con las fortalezas militares. Posee un recorrido cómodo y seguro: está acondicionado un paseo de ronda en la parte superior y una terraza en la Torre de Homenaje. Posee una gran iluminación exterior e interior y está prevista la mejora del entorno.
La visita turística comienza en la planta baja, zona de recepción y consulta. Continúa por dos plantas más, con diversos elementos museísticos que permiten conocer la historia y las leyendas de la misma y continúa por la parte superior, el paseo de ronda y un mirador para contemplar las magníficas vistas de la población y alrededores de la comarca.
Lo que más llama la atención es el grosor de los muros. Los hay de hasta 13 metros. Las continuas revueltas de los siglos hicieron que se fueran ampliando progresivamente a la vez que se estrechaban las ventanas. Las escaleras interiores son altas, estrechas y laberínticas pero sirven para hacerse una idea muy clara de cómo era transitar por estas estancias en el medievo.
Es muy curiosa la mazmorra, sala cuadrada, abovedada, de 6 metros de ancho por 6 y medio de alto. Su única manera de entrar es un estrecho hueco de 75 centímetros en la parte superior. No es difícil imaginar cómo se debía de sentir un condenado en ese lugar.
En el año 2.011 visitaron el castillo cerca de 18.000 personas, tanto por las jornadas de puertas abiertas que se llevaron a cabo con motivo de la inauguración como por de la demanda de visitas durante los meses estivales con motivo de las celebraciones culturales o festivas en la localidad y la influencia que tiene su cercanía a la capital.
En 1996 comenzó la restauración del castillo con el objetivo de convertirlo en sede del archivo histórico provincial de la Diputación de Palencia, función que comenzó a ejercer en el año 2006. La primera etapa de restauración, mediante escuelas taller, se prolongó hasta el año 2000. En esta época se construyó un edificio de nueva planta en el interior del patio de armas para albergar las instalaciones administrativas y los depósitos del Archivo Provincial. A su vez, también se consolidó el edificio histórico y se detuvo el grave deterioro que sufría desde hace años.
En 2005, la Consejería de Cultura y Turismo modificó la declaración de Bien de Interés Cultural que afectaba al Castillo para su mejor protección. Delimitó su entorno de protección que quedó integrado por 12 manzanas: las del Castillo, calles y espacios públicos delimitados y encerrados dentro del perímetro definido por el eje de las calles Eleuterio de Juana, un tramo de la calle Manuel Díez, bordeando las manzanas 27 y 28 hasta enlazar con el Camino de los Huertos, para enlazar con la carretera provincial de Valdeolmillos y cerrar siguiendo el eje de la carretera N-611.
En la Torre del Homaje se insertó una cubierta de madera resuelta a cuatro aguas sobre el espacio de la sala superior y se acondicionaron escaleras y plataformas en el interior de la torre.
Entre los años 2005 y 2007 se llevó a cabo la reparación del Torreón Sur del Patio de Armas del Castillo, procediéndose en esta actuación al saneamiento de los rellenos interiores del mismo.
En la restauración también ha participado la Junta de Castilla y León a través de la financiación de tres escuelas taller y dos talleres de empleo.
El castillo se inauguró el 14 de marzo de 2011 y desde abril del mismo año, se puede visitar como ejemplo turístico de la arquitectura medieval relacionada con las fortalezas militares. Posee un recorrido cómodo y seguro: está acondicionado un paseo de ronda en la parte superior y una terraza en la Torre de Homenaje. Posee una gran iluminación exterior e interior y está prevista la mejora del entorno.
La visita turística comienza en la planta baja, zona de recepción y consulta. Continúa por dos plantas más, con diversos elementos museísticos que permiten conocer la historia y las leyendas de la misma y continúa por la parte superior, el paseo de ronda y un mirador para contemplar las magníficas vistas de la población y alrededores de la comarca.
Lo que más llama la atención es el grosor de los muros. Los hay de hasta 13 metros. Las continuas revueltas de los siglos hicieron que se fueran ampliando progresivamente a la vez que se estrechaban las ventanas. Las escaleras interiores son altas, estrechas y laberínticas pero sirven para hacerse una idea muy clara de cómo era transitar por estas estancias en el medievo.
Es muy curiosa la mazmorra, sala cuadrada, abovedada, de 6 metros de ancho por 6 y medio de alto. Su única manera de entrar es un estrecho hueco de 75 centímetros en la parte superior. No es difícil imaginar cómo se debía de sentir un condenado en ese lugar.
En el año 2.011 visitaron el castillo cerca de 18.000 personas, tanto por las jornadas de puertas abiertas que se llevaron a cabo con motivo de la inauguración como por de la demanda de visitas durante los meses estivales con motivo de las celebraciones culturales o festivas en la localidad y la influencia que tiene su cercanía a la capital.